Entrevista a Sergio Heredia, abogado del caso Daniel Solano
“El encubrimiento de este crimen era para preservar a esta
banda que venía haciendo trata de personas desde el año 2009 y haciendo una
estafa millonaria a los aborígenes. Entonces lo matan a Solano y tratan de
encubrirlo”. Así empieza su relato el abogado Sergio Heredia que toma el caso
del joven Daniel Solano, trabajador rural golondrina, miembro de un pueblo
originario guaraní, de Tartagal (Salta), desaparecido en la localidad de Choele
Choel (Río Negro) en noviembre del 2011. “Esta banda que hacia trata de
personas, para explotación laboral, estaba integrada por policías de Lamarque,
como el comisario Aramendi, por funcionarios de la Secretaria de Trabajo
de Rio Negro, como Cornejo y Constanzo y
por los propios miembros de la empresa”. Se refiere a la empresa Agrocosecha
SA, que como tantas otras patronales del campo, superexplota trabajadores
rurales llegando a la trata de personas con el aval y encubrimiento del poder
político, judicial y de las fuerzas represivas del estado.
El circuito de la trata
La mayor parte de las pruebas aportada para la causa la hizo
el equipo de abogados conformada por Heredia y Aparicio quienes investigaron la
red de trata de estos trabajadores. Así Heredia nos comenta: “estos muchachos
eran captados en Tartagal por Agrocosecha SA con la promesa de que iban a venir
a Rio Negro a trabajar para la manzana, para la cosecha, que le iban a dar
casa, buenos sueldos, etc. Ahí lo hacían firmar un contrato leonino, un
contrato que no respeta las pautas mínimas de legislación laboral y los traían
en colectivos como turistas por una empresa trucha llamada El Tucumanito, a
Lamarque, Río Negro, para ser tercerizados, en la multinacional belga llamada
Expofrut pero que en realidad es UNIVEG FRUIT ARGENTINA SA. Cuando estos
obreros venían hasta aquí los ponían en gamelas de Expofrut o en un galpón de
Agrocosecha, donde vivían en condiciones deplorables, custodiados por la
policía, que era el famoso grupo Bora que está disuelto a partir del caso
Solano. Estos chicos venían, se le daba 50 pesos de anticipo para que coman una
semana y sacaban créditos en las despensas, los endeudaban con ropa. Entonces,
cuando cobraban a fin de mes, iban los de la ropa con la policía a cobrarles, los de la
despensa y no le quedaban nada”. El circuito de trata de jóvenes del norte
tiene como mejor anzuelo al hambre que vive casi la mitad de la población (un
40% en Salta) y como mejor carnada la promesa de trabajo en los campos ricos
del sur. Una migración forzada constante en los últimos años, tal como
señalamos en anteriormente (Ver LVO 510 y 511)
La hipótesis de los familiares y el abogado Heredia señala
que la desaparición de Daniel tiene que ver con el descubrimiento de una
estafa, una asociación ilícita, en la que están implicados empresarios,
políticos, jueces y policías. Si bien hasta ahora hay siete policías detenidos
y 22 imputados no se ha tocado a ningún civil. Heredia denuncia: “la empresa
Agrocosecha con la plata que le mandaba Expofrut, le liquidaba menos a los
obreros”. Se calcula que Agrocosecha estafó a los trabajadores en
aproximadamente en 18 millones de pesos durante cuatro años.
La desaparición de obreros cómo método patronal-policial
El relato que hace Heredia de las causas de la desaparición
es más que claro, “Solano era un chico instruido, culto, con secundario
completo. Él empieza a ver esto. Unos días antes le ofrecen ser puntero.
Puntero es el capataz de los grupos, el que los capta. El dice que no. El cobra
800 pesos. Cobra, compra zapatillas, compra un celular, se queda sin plata. El último
día habla con su padre Guadalberto y le dice: ‘mirá papá, acá las cosas están
raras, vamos a hacer una reunión, nos estamos reuniendo con los compañeros
porque vamos a pedir un reintegro de lo que nos están sacando’, ahí se iba a
descubrir la estafa porque tenían que cobrar una suma millonaria”. Daniel es
detenido en el boliche “Macuba” que es el último lugar donde fue visto “… se
organiza inmediatamente el operativo para sacarlo del boliche esa noche y
matarlo. Por eso lo va a buscar un equipo parapolicial en el boliche. No es que
lo van a sacar por borrachito y desapareció, sino que lo van a buscar 4
policías”.
Por el momento se incluyeron dos nuevos casos de
desapariciones en la causa de Daniel, un trabajador paraguayo de quién no se
sabe nada y un trabajador jujeño. Ambos casos estaban investigados por los
responsables de la desaparición de Solano. Uno de los “investigadores” era el
encargado de refaccionar la comisaría en el momento que desaparece Solano,
Heredia sostiene que allí estaría el cuerpo de Daniel.
El caso Solano es la
punta del ovillo que permite mostrar la trama de la red de explotación agraria.
Una red que deja a la luz las enormes ganancias del sector empresarial agrario
que utiliza las cadenas más pesadas de esclavitud capitalista. Es el peso de
los hechos lo que lo demuestra. En un próximo número de La Verdad Obrera
volveremos sobre el caso para continuar denunciando a los responsables de la
desaparición de Daniel y de la trata de los jóvenes trabajadores golondrinas.
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