La historia de la clase obrera azucarera está llena de luchadores y
de mártires que son necesarios conocerlos, rescatarlos del olvido, del
ocultamiento. de la negación, y traerlos a nuestro presente porque somos
parte de ellos y tenemos que luchar en su memoria. La Masacre de Rincón
Bomba es un ejemplo de ello y aquí van mi humildes palabras para no
olvidarme de mis hermanos de clase, en este caso tambien integrantes de
pueblos originarios de las tierras bajas que fueron despojados de sus
territorios y esclavizados en las peores condiciones como mano de obra
de los enclaves industriales, en este caso del azucarero.
Como decimos, no fuimos ni somos sumisos, y en este hecho, miles de
zafreros de la etnia pilagá, que se pasaban meses para llegar al
ingenio, se rebelaron ante Patrón Costas, dueño del Ingenio San Martín
del Tabacal, y no aceptaron el pago de un tercera parte del monto
acordado. Dejaron el ingenio y volvieron caminando a sus reductos en
Formosa, sin dinero, sin alimentos, sin ropa. Niños, mujeres y ancianos
muriendo en el camino eran los “saldos” de cada ida y vuelta al ingenio y
esta vez no fue distinto. Lo particular fue que, ya llegados a Formosa,
se asentaron en una zona llamada Rincón Bomba, donde tuvieron la
solidaridad de sus hermanos originarios asentados allí, aunque fueron
rodeados como un verdadero gueto por los gendarmes de la zona. Quisieron
expresar su descontento, ser visibilizados, quisieron tener un mejor
porvenir, recuperar sus territorios y solo recibieron, un día como hoy,
durante el gobierno de Perón en el año 1947, las balas de las
ametralladoras de las fuerzas represivas del estado, que asesinaron
salvajemente alrededor de 500 personas, entre ellas mujeres, niños,
ancianos, todos en un día. Los sobrevivientes fueron perseguidos y
asesinados días posteriores en otros lugares cercanos a sangre fría. Sus
cuerpos quemados. Según trabajos recientes y los relatos de algunos
sobrevivientes, se puede estimar que entre asesinados, desaparecidos y
muertos por hambre, enfermedades y envenenamiento por consumir
mercadería vencida llegan a 1200 personas.
Los medios de la época hablan de levantamientos de los pilagá, que
estaban armados, pero de hecho no hay ni un gendarme herido ni
asesinado. Fue una masacre perpetuada por el estado. Estado que responde
a los intereses de los patrones, y entender el ensañamiento y la
crueldad de lo que fue esta masacre es comprender que detrás de esto
estaban los ojos empresariales puestos en las tierras fértiles de los
pilagás, en adiestrar y amedrentar a una clase obrera que se podía
levantar y despertar. El gobierno democrático de Perón no hizo nada al
respecto, sólo mandar unos vagones con mercadería y remedios a Formosa
antes de la masacre, que fueron demorados y por eso llegaron los
alimentos en mal estado, vencidos, llenos de hongos produciendo más
muertes. ¿me pregunto si se puede comparar una ayuda asistencial con
poder cuestionar e ir verdaderamente contra los intereses de las
patronales agrarias que idearon este hecho?, o con desentenderse de la
responsabilidad directa, que es lo mismo que avalar, de la gendarmería
en la matanza y desaparición de estas familias trabajadoras pilagás? NO.
El gobierno de Perón fue cómplice y responsable también de tal masacre.
Hoy,en este gobierno democrático, siguen despojando a pueblos
originarios de sus territorios, no tienen tierra para sus viviendas,
siguen explotados, oprimidos, discriminados, teniendo los peores
trabajos, los más humillantes…
Hoy los siguen asesinando y solamente reciben la miseria asistencial del estado patronal y su gobierno de turno.
Muchos de ellos siguen siendo parte de la clase obrera azucarera
que junto a las valientes mujeres, a los jóvenes, van a vengar a sus
muertos, el odio se transformará en fuerza para romper sus cadenas …
Hoy vuelven a despertar…
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