Por Natalia Morales
Cruz y espada se abalanzan sobre mí,
la vergüenza gana circunstancias.
Me conquista cuando distraigo.
Piel morena que delata.
Antepasados que reinciden,
cuando la negación se impone.
Miradas despectivas,
maltrato reiterado,
flechas disparadas
Cuerpo que sangra…
Burlas y cantos,
insultos, asesinatos,
Flechas disparadas
Cuerpo que sangra…
Batallo contra mí,
logro reconocerme,
me busco entre mis pares.
Comprendo ahora,
somos muchos los envueltos,
en particularidades que son norma.
Persecución en los
barrios,
Los peores trabajos,
Migración forzada.
¿Hasta cuándo?
La vergüenza ya no está,
la bronca nos carcome,
la posibilidad es concreta.
Nuestras voces multiplican,
confianza que consolida.
Nuestra conciencia es potencia.
Momento decisivo,
de quebrar estos yugos
de forjar una nueva América.
Sin esclavos, ni cadenas…
Sin esclavos, ni cadenas…
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