por Natalia Morales
“…Cuando comenzamos con esta lucha nos
decían que no se iban a abrir las
paritarias, que las paritarias son en
octubre. Como nosotros fuimos creciendo, nos dijeron que las paritarias se van
a abrir en junio. Como nosotros seguimos creciendo, nos dijeron que no podían
hablar con nosotros porque no tenemos personería jurídica. Pero nosotros
seguimos creciendo y entonces dijeron que iban a ver e hicieron una propuesta.
Los delegados dijeron que no iban a tomar decisiones porque la toma la
asamblea, y a la media hora salió un parte de prensa del gobierno con el
decreto por el 5% de aumento. Y nosotros seguimos creciendo… Así fuimos
corriendo las paritarias… sino teníamos que esperar hasta octubre…” Resuenan
todavía en mi cabeza las palabras contundentes de Silvia, maestra de la zona
oeste de la capital salteña quien se prestaba a conversar conmigo en medio de
un tumulto de maestros de distintos puntos de la provincia que se aglutinaban
en el acampe realizado por los Docentes Unidos en la plaza principal de la
capital salteña. Así los feriados, fines
de semana, y las tardes luego de salir del trabajo, sirvieron para garantizar
nuestra solidaridad activa desde otras provincias hacia los docentes que daban
una tenaz lucha. Cada intercambio con sus protagonistas en la plaza, marchas y
asambleas aportaron a conocer de lleno como se fue forjando de manera
consciente y desde las bases, un proceso democrático, que no fue rápido:
pasaron siete años después de la lucha docente del 2005 y del 2007. Varios
fueron reprimidos, perseguidos, vivieron la traición de los dirigentes
sindicales y padecieron los descuentos de días de huelga durante el gobierno
menemista de Romero. Sin embargo, sacaron lecciones, rompieron nuevamente el
miedo al “no te metas” y volvieron a organizarse para romper el techo salarial
impuesto por Urtubey, para recuperar lo perdido y contra el ajuste económico de
Cristina “…Esta asamblea es honorable
hasta en los términos en que se maneja. Hay un respeto. Un solo dialogo. El
gobierno busca algún referente. Todos piden que hable con la asamblea. Nosotros
los que somos delegados, solo vamos a escuchar. Llevamos los que las bases nos
piden a nosotros. Nosotros traemos la oferta del gobierno. Y en la asamblea se
vota si se acepta o no…” reafirma Omar, luego de haberme presentado a sus
compañeros de trabajo que estaban debatiendo dentro de la carpa cuya entrada
decía “Cerrillos”. Sin embargo los que no acatan a las bases se cuelan y
esperan la hora de la traición. Las lecciones tuvieron que ser puestas
nuevamente en práctica para superar, nuevamente, no solo a la burocracia
sindical que pactó desde el inicio ADP-Baradel/CTA Yasky, sino a los que
entregaron la lucha en el camino junto a dirigentes sindicales como Gamboa del
SITEPSA/CTA Micheli. “Los delegados se prueban con la lucha y el método de la
asamblea”, dice una maestra que toma el micrófono mientras se presentan ante la
multitud docente los nuevos delegados elegidos luego de revocar a los que no
cumplieron. Esta primera batalla duró 35 días. Al calor de una forma de
organización democrática desde las bases, en las escuelas y departamentos los docentes lograron parar la ofensiva de todos los que se abalanzaron contra las condiciones salariales
y laborales de los docentes en Salta, así como también, conquistar varios puntos de
sus reivindicaciones y el reconocimiento como asamblea ante la patronal.
“Tu mano vale mucho. No son ellos los que
deciden. Es la asamblea soberana de los docentes…”
Esas manos, firmes ahora, luego de dar
la primera batalla, podrán entrelezarse y agruparse. Ser palmas que reflejen un
polo combativo en Salta y en todo el país, que enfrente a las manos negras de
los Gamboas, Argañaraces y Baradeles, y defender así, la democracia de las
bases que luchan.
Una nueva
tradición se va forjando, recuperando las bases de quienes fueron parte
sustancial del clasismo en el norte del país, quizás muchos sin conocerlo, con
el desafío de consolidarlo y expandirlo. Afirmando los hilos que arman la
trenza de nuestra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario